2 de marzo de 2011

11 de Marzo


Santones en Pashupatinath

Aún no nos atrevemos del todo con el desayuno, pero me he comido unas frutas. Creo que puedo confiar y además mañana ya nos vamos de vuelta así que, ¡de perdidos al río!
Hoy me he paseado todo el día con la mascarilla anticontaminación. Lástima que me la haya comprado el último día pero ahora entiendo a la gente de aquí, que se pasea con su mascarilla, entre el polvo y la contaminación no hay quien respire.







Lo primero que hemos hecho ha sido coger un taxi que nos llevase a Pashupatinath, que es un templo donde se hacen cremaciones, porque pasa un río por en medio, y todos los ríos son sagrados, como en la india.

Cremaciones en Pashupatinah

Para quitar el mal de ojo, pintar a los niños los ojos negros





Hemos visto el proceso de una cremación desde que traen a la persona fallecida, como la ungen sus familiares, la visten de flores, la dejan con una mortaja blanca, excepto la cara, la colocan entre leña y luego le prenden fuego.








En el río había chicos metidos entre el barro, buscando joyas de los muertos, que seguro que deben encontrar bastantes. En realidad este acto de la cremación no me ha producido ninguna emoción. Lo veía como un acto más de la vida y en todos los que hemos visto, nadie lloraba. Una cosa curiosa es que sólo los hombres llevan a cremar a sus familiares (las mujeres son sagradas y deben quedarse en casa) y luego todos se rapan la cabeza.




Ahora que lo recuerdo, creo que fue Deepak, nuestro primer guiía, que nos explicó que a los niños recién nacidos se les rapa la cabeza para eliminar los restos de su vida anterior. Se ve que el pelo que tengan depende de cuantas cosas pendientes tengan de su vida anterior.

Hemos comido de nuevo pasta en un restaurante de una terraza con vistas, muy agradable (anunciaban que la comida estaba cocinada con agua mineral!)

Refugiada tibetana en su comercio

Después hemos vuelto a visitar la Estupa de Bouddhanat por nuestra cuenta. Hemos dado una vuelta por la estupa y de nuevo la misma sensación de alegría para las dos. Nos hemos dado un largo paseo por los alrededores y hemos vista como vive la gente por ahí, los refugiados y los nepalís. Era agradable y muy tranquilo. Hemos comprado de nuevo incienso y luego nos hemos recorrido unas cuantas calles hacia el centro, viendo los comercios. Hay un montón de tiendas que se dedican a vender imitaciones, seguramente hechas en china. También hemos entrado en los centros comerciales y todo ello era bastante agradable. En Nepal puedes regatear, pero sólo un poquito.

Al final hemos cogido un taxi que me recordaba "mujeres al borde de un ataque de nervios". Era rojo, con un tigre corriendo dibujado en las puertas, con un conductor que no paraba de hablar e iba a una velocidad que no veas.




Para finalizar hemos comprado los últimos recuerdos en el Thamel (esta vez no nos han ofrecido "maría") y hemos conseguido sacar las tarjetas de embarque para el vuelo de mañana, con gran dificultad por el tema de la electricidad.


Boudhanat engalanada para Año Nuevo
Me producía una especie de melancolía tener que dejar el país. me he encontrado tan bien allí que desearía volver y poder visitar otros lugares y paisajes. Estoy segura de que me encantaría.

Los y las Sherpas me tienen alucinada

Ya me había programado un masaje para el último día. A las 7 en punto apareció la masajista en la habitación y estuvo algo más de una hora dándome un masaje bastante fuertecito pero a la vez relajante, mientras mi compi miraba la tele. Un terremoto ha sacudido Japón y parece que ha sido muy fuerte.
Al final podremos cenar! En el hotel, que parece lo mejor de lo mejor, hemos decidido tomar nuestra última cena. Yo me he comido un Chow Mein, que es un plato chino de fideos con verduras (que era un poqúito picante) y mi compi uno de pollo. Nos ha sentado fabuloso y nos hemos ido a dormir tranquilas

No hay comentarios:

Publicar un comentario